La realidad actual de Honduras es seria, un país en donde el llamado "Estado de Derecho" ha pasado a ser una ficción aterradora, una paradoja inserta en la trama de una novela negra. Y lo peor de todo, el pueblo parece hoy sumirse en la total indefensión jurídica.
Ayer 22 de abril 2015, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, cuyos miembros fueron nombrados ilegalmente por el anterior Congreso Nacional presidido por el hoy presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, ha dado un paso determinante al configurar una verdadera aberración jurídica al pasar sobre lo señalado por la Constitución Politica de Honduras decretada por un poder constituyente en 1982. Esta constitución no le otorga, más bien le quita, al poder judicial la competencia para interpretar, reformar, o modificar algunos artículos constitucionales que en Honduras se denominan "pétreos", entre ellos el de la reelección presidencial.
El sólo intento de reformar o modificar esos artículos está penalizado expresamente por la propia constitución política como delito de traición a la patria y con la suspensión de los derechos políticos por diez años al quien promueva su cambio o modificación. siendo además, imprescriptible la comisión de esos delitos.
No obstante, ayer miércoles 22 de abril de 2015, la Sala de lo Constitucional, como parte de la entente de titulares de instituciones del Estado que siguen una consigna de evidente obediencia en la pretensión continuista del actual titular del Ejecutivo, resolvió oficialmente que el artículo referente a la reelección presidencial es inconstitucional. "Estos señores simplemente se saltaron las trancas - nos dijeron muchos hondureños con su habla peculiar- mire usted que decir que la constitución es inconstitucional. Demostraron que aquí se puede violentar la ley desde el poder sin ningún recato"
No obstante, ayer miércoles 22 de abril de 2015, la Sala de lo Constitucional, como parte de la entente de titulares de instituciones del Estado que siguen una consigna de evidente obediencia en la pretensión continuista del actual titular del Ejecutivo, resolvió oficialmente que el artículo referente a la reelección presidencial es inconstitucional. "Estos señores simplemente se saltaron las trancas - nos dijeron muchos hondureños con su habla peculiar- mire usted que decir que la constitución es inconstitucional. Demostraron que aquí se puede violentar la ley desde el poder sin ningún recato"
Dicho en otras palabra,se pasaron por salva sea la parte lo que sólo puede hacer una Asambles Nacional Constituyente, confiando- claro está, en el control omnímodo de las instituciones del Estado. Un estado en el que se está configurando una dictadura de partido, cuyo mando es ostentado por el Ejecutivo, respaldado, claro está, por las mismas fuerzas económicas, políticas y militares que propiciaron los aciagos eventos de Junio de 2009, mismas que en el afán de alcanzar sus objetivos, dejan por un lado los ingentes problemas de pobreza, corrupción, violencia e impunidad que cada día se profundizan más en este pequeño país centroamericano digno de mejor destino.
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