A los estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) actualmente en lucha por defender la autonomía y la inclusión en su centro de estudios superiores, la máxima autoridad de la UNAH ha contestado solicitando y ejecutando la represión militar-policial, y criminalizando sus legítimas demandas.
Muchos estudiantes fueron arrestados y conducidos a los separos policiales y luego llevados a los tribunales encadenados como delincuentes. Hace años escuchamos a un rector magnífico decir unas palabras lapidarias: "Lo que sucede en la Universidad es el espejo de lo que sucede en la sociedad en la que está inmersa" Nada más cierto, la situación en que se ha colocado a los estudiantes, amenazándolos y criminalizándolos en lugar de invitarlos a un diálogo abierto, es el reflejo de la situación de la mayoría del pueblo hondureño en sus demandas por contener los propósitos continuistas del régimen de turno, violentando el espíritu y la letra de la Constitución y demás leyes que juraron defender.
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